Tiene 2 años y seis meses, es el 4 de 5 hermanos. Sus padres, Carlos y Maria Silvia, con tan solo 27 años de edad cada uno, formaron una familia numerosa conformada por 7 personas: papá, mamá, Elvis Danilo de 7 años, Herbert Josué de 6, Karla Mairyn de 4 años, Blanca Abigail de 1 y Carlitos de 2, de descendencia Kaqchiquel.
Viven aproximadamente a 30 kilómetros de la Ciudad Capital de Guatemala, en Caserío Los Ajvix, Aldea Cerro Alto, San Juan Sacatepéquez, su idioma predominante es el Kaqchiquel. Don Carlos es agricultor y trabaja en una granja, devenga un salario aproximado de Q1300.00 o $168.00 mensualmente su equivalente a $5.63 al día. Doña María trabaja en casa y cuida de sus 5 hijos.
“Los Niños de la Pólvora.”, como se conoce a quienes desde temprana edad se dedican a la fabricación de cohetes en comunidades de San Juan Sacatepéquez y San Raymundo, reciben un pago insignificante por metro de cohetes, que se suma al riesgo de morir por eventuales explosiones.
Adicionado a su condición de vida, deben de enfrentar la enfermedad de Carlitos. Todo empezó en noviembre del 2019, Carlitos presentó moretes en su cuerpecito, notaron que su color se tornaba entre blanco y amarillo, una palidez extremadamente inusual , perdió peso y dormía todo el día.
Fue trasladado al único centro especializado en cáncer pediátrico en Guatemala, la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica –UNOP-. Hoy Carlitos recibe tratamiento integral sin costo. Deben de salir de casa a las 3:30 de la mañana para estar en el hospital a las 6:00 de la mañana. Carlitos y su familia se encuentran luchando una batalla más… la lucha contra el cáncer. Su fe, esperanza y amor los fortalece cada día más.