Se brinda hospedaje, alimentación, atención e intervención médica, psicológica y espiritual para acompañamiento en prolongación de vida, cuidados paliativos y atención al final de la vida, pacientes en fase curativa que presenten algún riesgo.
Así como el duelo que esto conlleva a través de talleres que se realizan dos veces al año. En dichos talleres se invita a las familias con las que compartimos la pérdida de nuestro ser querido, seis meses después de haber fallecido el paciente.